Claves para el diseño de gráficos eficaces
Frente a la avalancha de información compleja que enfrentamos cada día, la comunicación visual emerge como una herramienta clave para estructurar y clarificar las relaciones y mensajes que nos rodean.
Es ampliamente reconocido que nuestro proceso cognitivo optimiza su rendimiento cuando la información se presenta de manera organizada y estructurada. La visualización de datos juega un papel crucial en este aspecto, aliviando la carga cognitiva requerida para procesar y retener información, ya sea concreta o abstracta.
No obstante, nos encontramos con el desafío de que un diseño de gráficos deficiente puede entorpecer, en lugar de facilitar, la comprensión. Hoy nos proponemos explorar técnicas para simplificar diseños de gráficos complejos, potenciando así la eficacia de la comunicación visual estratégica.
Claridad y simplicidad en el diseño gráfico: las claves para resolver la ecuación
A menudo, los gráficos complejos son el reflejo de escenarios igualmente complejos. Están saturados de información, utilizando una amplia gama de colores, números, texturas y formas que buscan ofrecer una descripción detallada de la situación que representan.
El dilema surge cuando estos gráficos laberínticos no logran ser completamente asimilados. Puede que para el creador parezcan contener todos los detalles necesarios para entender el contexto, pero para los observadores, o más precisamente, para su cerebro, resulta abrumador y rápidamente pierden el interés.
Esto queda evidenciado en numerosos estudios de eye tracking aplicados en sitios web cargados de elementos que demandan atención. El resultado es un usuario sobrecargado que se siente perdido y paralizado ante la decisión de qué observar primero y cómo actuar.
Sin embargo, es crucial entender que simplificar no significa sacrificar la claridad. Un diseño gráfico simplificado debe seguir siendo transparente y detallado, conservando la riqueza de la información y los matices que permiten una comprensión profunda de la realidad que se está ilustrando.
1/Enriquece la Comprensión: Incorpora Contexto en Tus Diseños Gráficos
Ortega y Gasset afirmaba que somos el resultado de nuestras circunstancias, sugiriendo que el entorno otorga significado a nuestra existencia. De manera similar, el contexto es esencial para una comprensión cabal de la realidad que nos envuelve.
En el ámbito del diseño gráfico, el contexto no es menos relevante. Aporta profundidad a la información presentada y facilita la conexión entre la realidad que se describe y los elementos ya conocidos por nosotros.
Tomemos, por ejemplo, el trabajo del infografista español Chiqui Esteban. Su habilidad para incorporar contexto en la representación de un corazón artificial es clave. Gracias a los esquemas que muestran el proceso de transporte de un corazón artificial, se facilita enormemente la comprensión de cómo este dispositivo puede emular la función de un corazón biológico. Sin estos elementos contextuales, la capacidad de entender el mecanismo y su propósito sería mucho más limitada.
2/Divide y Vencerás: Estructura la Información en Bloques Claros
Aunque una situación real se refleje en gráficos complejos, estos pueden y deben mantenerse claros para una interpretación efectiva.
Los diseñadores facilitan la claridad dividiendo la información en segmentos más pequeños, lo que permite a los usuarios procesar los datos secuencialmente, construyendo su comprensión paso a paso.
La segmentación de información puede adoptar varias formas. En nuestra agencia de comunicación visual, preferimos métodos como:
- Del abstracto al concreto: Favorecemos guiar al lector desde una visión general hasta los detalles específicos, proporcionando un recorrido didáctico que enriquece su comprensión más que una presentación abrupta de datos.
- De lo general a lo particular: Al describir una situación, comenzamos con un esbozo general antes de profundizar en los detalles, asegurando una comprensión integral.
Por ejemplo, en la imagen siguiente, ilustramos primero los activadores de la emoción y, a continuación, detallamos cada uno, facilitando así la absorción gradual de la información.
3/Segmenta Procesos: Desglosa para Mejorar la Comprensión en Diseño Gráfico
Numerosos estudios demuestran que cuando una explicación se presenta como un todo, las personas tienen más dificultad para comprenderla.
Cuando por el contrario, la misma información se presenta en segmentos, el usuario comprende mejor el proceso y es capaz de recordarlo.
La cuestión es decidir en cuantos fragmentos dividir dicho proceso. Muchos pueden hacer sentir al lector incómodo, como si no fuera capaz de seguir las explicaciones. Por el contrario, si esta segmentación no es suficiente, el lector se puede perder.
Nuestra recomendación es que separes los eventos principales de los secundarios.
Para ilustrar este punto, piensa en cómo segmentamos nuestra vida para hacerla más funcional. Dividimos el tiempo en años, meses, días y horas. Los escritores segmentan el contenido en capítulos. Los cantantes, sus canciones en frases y estribillos. Dividir la información es parte de nuestra vida.
En este gráfico, puedes ver cómo se separan los pasos necesarios para completar el proceso reflejado.
4/Magnifica Detalles: Clarifica Conceptos en Tus Gráficos
A menudo, detalles minuciosos son necesarios para esclarecer conceptos más amplios. Estos fragmentos de información son cruciales para garantizar la comprensión del mensaje completo.
En el ámbito del diseño, recurrimos a una técnica efectiva conocida como magnificación, que integra estas explicaciones esenciales directamente en el gráfico.
Este método se observa comúnmente en infografías y material didáctico, donde se emplea para enfatizar información clave o derivar conclusiones significativas. En estrategias de comunicación visual modernas, la magnificación se convierte en una herramienta poderosa para destacar datos y facilitar la toma de decisiones informadas.
Así lo hicimos en este trabajo para Heineken, donde queríamos reflejar que cada vez se consume menos cantidad de agua en el proceso de fabricación de la cerveza.
5/Revela Estructuras: Utiliza la Arquitectura Inherente en Diseño Gráfico
La comprensión de la información surge al descubrir las conexiones entre los datos. En el mundo real, todo está interconectado, actuando como consecuencia y causa simultáneamente. Estas conexiones, aunque no siempre visibles, siguen una estructura inherente que el diseño gráfico puede desvelar.
Tomemos, por ejemplo, los árboles genealógicos que trazan el linaje de una persona, o los mapas que delinean rutas y caminos. Estas son representaciones visuales que estructuran y clarifican la información.
El diseño juega un papel fundamental en iluminar estas estructuras ocultas; sin esta claridad, nos enfrentaríamos a un laberinto de información incomprensible.
Estas estructuras son esenciales para revelar patrones y relaciones entre conjuntos de datos que, de otro modo, permanecerían ocultos. Un ejemplo palpable es el gráfico que creamos para Caser Seguros, que puedes observar arriba, donde se ilustran estas conexiones de manera clara y efectiva.
6/Agrupa con Intención: Crea Perspectivas Completas en Tus Diseños
Mientras que la fragmentación de la información facilita su digestión, la agrupación de elementos visual o conceptualmente afines proporciona al lector una perspectiva holística y completa.
A través de estas agrupaciones, los espectadores pueden analizar, comprender e interpretar las relaciones entre los componentes de una visualización. Más allá, la agrupación permite a los diseñadores transmitir similitudes, proximidad, simetría, y una diversidad de conceptos adicionales.
Este ejemplo ilustra cómo la agrupación de elementos delimita espacios y clarifica el inicio y fin de la información presentada. La agrupación cromática adicionalmente juega un papel crucial en la transmisión de información que enriquece y completa el mensaje.
Por ejemplo, la selección estratégica de colores como el amarillo, naranja y rojo permite identificar de manera inmediata las regiones con escasez alimentaria, destacando su prevalencia en comparación con las áreas de abundancia.
7/Contrasta para Claridad: Aplica Contrastes Efectivos en Comunicación Visual
La esencia de la comunicación visual es preservar la integridad del mensaje hasta su recepción, lo que nos lleva a enfatizar la necesidad de una claridad inquebrantable.
Para promover esta claridad, el contraste se erige como un aliado fundamental del diseñador, destacando lo esencial y relegando lo secundario.
El contraste facilita la identificación inmediata de la información crucial, actuando como un filtro visual: lo que resalta es prioritario, mientras que lo que se integra con el fondo requiere menos atención.
En The Corporate Agency, valoramos el uso del contraste en el diseño de gráficos como una herramienta cognitiva. Nos permite dirigir la mirada del espectador hacia los puntos que consideramos más relevantes, resaltando así la información clave de cada sección.
En nuestra colaboración con L’Oréal, aplicamos el contraste para enfatizar la información de mayor importancia, asegurando que los elementos secundarios quedaran discretamente en segundo plano, con un contraste atenuado para no distraer del mensaje principal.
¿El contraste perfecto? Tradicionalmente, negro sobre blanco. Sin embargo, como creativos en el campo de la comunicación, nos deleitamos explorando una gama más amplia de contrastes, adaptándonos a los desafíos únicos que cada proyecto presenta.
8/Simplifica con Iconos: Enriquece Tus Diseños Gráficos con Iconografía Efectiva
Para concluir, es esencial destacar cómo los iconos pueden simplificar y enriquecer el diseño de gráficos.
Los iconos son una herramienta prevalente en la era digital debido a su universalidad y su capacidad para transmitir información sin consumir espacio valioso.
En The Corporate Agency, valoramos los iconos no solo por su economía de espacio y universalidad, sino también por su versatilidad en comunicar un espectro amplio de ideas, conceptos, mensajes y emociones.
Seleccionar el icono adecuado es un arte delicado; la iconografía requiere una selección cuidadosa, ya que no es tan intuitiva como podría parecer a primera vista.
Cada icono se distingue por elementos distintivos como el trazo, el nivel de abstracción, el estilo y la paleta de colores. Inconsistencias en estos aspectos pueden romper la armonía visual, evidenciando que los iconos no pertenecen a un conjunto coherente.
Tomemos como ejemplo nuestro trabajo para Correos, donde optamos por una iconografía altamente abstracta, manteniendo sin embargo un estilo y esquema cromático cohesivos que unifican los iconos como si fueran de una misma ‘familia’.
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