Diseño de infografías
Como expertos en comunicación visual, sabemos que los datos son el futuro de una economía digitalizada. Las empresas generan a diario millones de datos que deben manejar para predecir comportamientos, optimizar inversiones y tomar decisiones.
El manejo de estos datos no siempre es sencillo por dos razones: su volumen y la dificultad de presentarlos de forma clara.
Aquí es donde entra en juego la capacidad de la visualización de datos para generar imágenes que nos permitan comprender y procesar las cifras de forma rápida y sin esfuerzo.
Si introducimos en la ecuación el diseño, el resultado es capaz además de formar parte del proceso de comunicación de la empresa, permitiendo que la información se comparta.
Por eso los formatos de comunicación visual reciben cada día más atención de las empresas. Se han convertido en la forma de presentar ideas, conceptos y soluciones de forma sencilla y rápida.
De entre estos formatos destaca uno en especial que resume perfectamente el potencial de la unión de la visualización de datos y el diseño: las infografías.
¿Cómo crear uno de estos formatos que no solo cumpla su función sino que además sea visualmente atractivo?
Pasos para crear una infografía impactante
Lo primero que debes tener en cuenta es que el diseño de infografías tiene un trabajo previo tan importante como el que realizas en el ordenador.
Si la información presentada no está correctamente analizada y responde a los criterios de interés de la audiencia, no servirá para nada, por mucho que sea visualmente muy impactante.
1/ Organizando los datos
Los datos en sí mismos no permiten obtener conclusiones. Necesitas tener claro qué quieres extraer de ellos para poder transmitirlo claramente.
Responde a esta pregunta, ¿qué quieres comunicar? Imaginemos que quieres reflejar el estado de un determinado proyecto a través de los resultados obtenidos.
En este punto es posible que pienses que para que la evolución del proyecto sea lo más fiable posible es necesario remontarse décadas. No es necesario.
Establece qué antigüedad es necesaria para tener una idea fiable de dónde procede la pauta que quieres comunicar.
En el ejemplo que puedes ver debajo de estas líneas el objetivo se centraba en comunicar cómo los países emergentes demandarán más agua en el futuro, puesto que sus necesidades energéticas serán mayores.
Como los datos a presentar (2012-2050) podrían estropear la misión del gráfico, se ha optado por simplificarlo, comunicando solo la fuerte tendencia.
Por eso, antes de empezar, decide qué quieres comunicar y seleccionar los datos en función de si quieres mostrar una evolución, un dato significativo o el desarrollo de un proceso.
2/ Construyendo gráficos
La segunda de las decisiones a tener en cuenta se centra en decidir qué tipos de gráficos son los más adecuados.
Lo más común es que tu infografía reúna más de un dato, por lo que es conveniente que selecciones distintos tipos de gráficos, dependiendo de los datos o de la conclusión que quieras extraer.
La mejor manera de conseguir que la infografía sea impactante es seleccionar alguno de estos gráficos:
- Gráficos de tarta. Son tan comunes que todo el mundo entiende su significado. Nuestra recomendación como profesionales de la visualización de datos, es que los utilices para reflejar la distribución de dos variables, así son más eficaces.
- Gráficos de barra. Son útiles para reflejar el volumen de una comparativa. Ofrecen dos tipos de información: en relación al dato anterior y posterior (las barras que acompañan al dato aislado) y el volumen del dato.
Aunque los gráficos de barra son muy populares en presentaciones empresariales, no son tan fáciles de leer en las infografías, por eso no los verás con tanta asiduidad. - Gráficos de línea. Perfectos para mostrar la evolución de un dato. Si son sencillos, como aquellos gráficos que solo contienen un dato, mejor que si albergan más de uno. Recuerda que las infografías deben ser fáciles de digerir.
- Gráficos tipo donut. ¡Nuestros favoritos! Nos gustan porque son muy visuales, y ofrecen una comparativa de términos con un look muy moderno.
¡Ojo! Si te planteas utilizarlos en tu próxima infografía, procura presentarlos en su versión más simplificada, como en la imagen que puedes ver debajo de estas líneas, perteneciente al ebook que regalamos a los suscriptores de nuestro blog de comunicación visual.
3/ Estructurando la información
Una vez seleccionados los datos y tomada la decisión de qué tipos de gráficos utilizar, llega la hora de estructurar la información para contar la historia de nuestra infografía.
Es curioso, porque cada día se aplica más el término storytelling a los formatos de comunicación visual, incluidas las infografías.
¿A qué se debe? Hay muchos tipos de infografías como vamos a ver en esta entrada y no todas estarán protagonizadas por datos.
Para aquellas que son de tipo descriptivo (nos enseñan cómo realizar una acción o información relevante sobre un tema) es conveniente buscar lo que los profesionales del diseño llamamos “analogías visuales”.
Existen muchos tipos de analogías visuales, desde los gráficos, que se utilizan para representar de forma visual un concepto, a las analogías abstractas, como los puzzles o la anatomía del cuerpo humano.
La selección de la analogía visual correcta nos permitirá elegir la estructura más conveniente para nuestra infografía.
Por ejemplo, en esta infografía sobre las tendencias de diseño para este año, se ha elegido la analogía visual “diagrama de espina de pescado” o diagrama de Ishikawa.
Como puedes comprobar, la elección de la analogía visual impone una estructura, una línea central, de la que surgen a derecha e izquierda conceptos relacionados.
Por eso es importante que cuides mucho la selección de la analogía visual adecuada, sea en forma de analogía abstracta o como alegoría visual.
4/ Diseñando la infografía, manos a la obra
Nos acercamos al momento de dejar el papel a un lado y empezar a trabajar con el ordenador. Si has prestado atención, ninguno de los tres pasos anteriores requiere la utilización de ninguna herramienta de diseño.
Es precisamente ahí donde fracasan muchos en el diseño de infografías: no cuidan la estructura, la elección de los gráficos ni la selección de las analogías visuales que les sirvan de vehículo.
En The Corporate Agency dedicamos un 60% del tiempo a estas tareas, porque sabemos que es lo que distinguirá el producto final de la competencia.
El otro 40% del tiempo lo utilizamos en darle forma al proyecto, que aunque no lo creas, es más rápido de lo que parece.
Selección de vectores, estilo propio
Una buena infografía se distingue de una mala en la planificación, pero también en la ejecución. Todo el trabajo anterior se puede ir a la basura si la selección de los aspectos gráficos no responde a la calidad de ese trabajo.
Por ejemplo, una excelente planificación puede verse arruinada si los iconos seleccionados no son atractivos o si la gama de colores es un desastre.
En esta infografía, observamos una ardua tarea de planificación y selección de datos, pero una ejecución algo pobre. La analogía visual de la huella no funciona y habría aportado mucho más al lector si se hubiera elegido un mapamundi en lugar de la imagen formada por los distintos globos.
El resultado no permite la comparación entre países, ni inferir conclusiones por continentes, ni una lectura fluída.
Por el contrario, la infografía que puedes ver sobre las cifras de la película “El Hobbit: la desolación de Smaug” es fácil de leer y visualmente muy potente.
Esquema de colores
Además de seleccionar los iconos e ilustraciones que mejor se adapten a nuestro proyecto, es necesario tener la precaución de buscar un esquema de colores que sirva al propósito del diseño de infografías.
¿Como elegirlo? Sigue estos consejos:
- Busca el contraste por encima de todo. El buen contraste es la clave del éxito de cualquier diseñador de infografías. Así garantizas que la visualización sea la correcta, independientemente de en qué dispositivo se presente el trabajo.
- Selecciona un esquema de color monocromo si tienes dudas. No es fácil combinar colores de forma armónica. Si te lías, simplemente, elige un color que te guste y juega con versiones más claras y más oscuras.Si tienes más experiencia, utiliza un esquema de color triádico. En el diagrama que acompaña estas líneas, verás que esta selección elige tres colores opuestos.
Por último, tomando la rueda del color, selecciona dos colores opuestos, como el verde y el rojo o el par formado por azul oscuro y naranja. A esta forma de creación de paletas de color se le llama complementaria.
Tipografías, el último paso
No podemos terminar esta entrada sin hablar de las tipografías. Al igual que utilizamos un contraste adecuado para que la infografía se vea correctamente en cualquier dispositivo, debemos seleccionar tipografías que permitan una lectura fluida, sin obligar al espectador a esforzarse demasiado.
En The Corporate Agency buscamos siempre facilitar la lectura, por lo que nos gustan las tipografías de palo, es decir, sencillas y sin florituras, las más adecuadas para dispositivos electrónicos.
Tampoco debes tener miedo a seleccionar tipografías con demasiada personalidad, siempre que las utilices en su medida justa.
En este ejemplo se ha utilizado varias tipografías originales, pero solo en los titulares que, además de ser cortos, se han colocado en mayor tamaño para facilitar su lectura.
El resto del texto se ha mantenido en una tipografía sencilla, y con el tamaño necesario para leerlo sin problemas. Para evitar que la infografía parezca demasiado recargada, se han mantenido todas las tipografías en negro, lo que les otorga cierta uniformidad y facilita la lectura.
¿Te animas a diseñar infografías? Es un proceso complejo, pero merece la pena, conseguirás gran visibilidad para tu marca,además de un producto de comunicación visual que transmita tu mensaje al mundo.